La exclusividad representada en la gama Maestro de Apreamare, ha sabido ganarse un espacio entre los armadores de alto nivel, que ahora cuentan con un nuevo modelo de menor eslora que mantiene intactas todas las cualidades de un intemporal crucero de altura.

 

 

El astillero Apreamare, que inició su expansión internacional con su línea de embarcaciones Gozzo de acabados de lujo, disfrutó al entrar a formar parte del potente Grupo Ferretti de una importante evolución que se vio recompensada con la creación de la gama Maestro, de cruceros de altura de gran nivel. Para ello se confió en la colaboración de Zuccon Internacional Project para el diseño de la sobrestructura y del arquitecto italiano Umberto Tagliavini para los interiores, dejando la resolución técnica al grupo de ingeniería de Ferretti.

Apenas un año después de la presentación del primer Maestro de 65 pies, se anunció la preparación de un segundo modelo de menor tamaño, que por fin está disponible para navegar en nuestras aguas, resultando esta elegante Maestro 51, un crucero de altura con un concepto estético muy particular, que combina la tradición con la tecnología.

El nuevo Maestro 51, igual que su predecesor, se sitúa como un crucero de lujo que hace una apuesta evidente por un estilo muy peculiar, en el que se combinan los rasgos retro con detalles muy actuales.

En el momento de perfilar los rasgos de este nuevo modelo se ha intentado, con la inevitable limitación de cambio de eslora, recoger las mejores cualidades de la Maestro 65, sobre una embarcación que presenta un aspecto robusto, con líneas rectas en su cabina, destacadas en su gran frontal del parabrisas y un francobordo notable, que adopta en la popa una plataforma de baño integrada en la que  se nos antoja imprescindible colocar una embarcación auxiliar y una pasarela hidráulica para acceder desde el pantalán o izar el anexo del agua.

Para el espacio de popa se ha diseñado una bañera de buena protección, que incorpora en las bandas unas tapas cubriendo los espacios reservados para el amarre, compuestos por gateras, cornamusas y posibilidad de montar winches eléctricos. También ofrece una capacidad de asiento considerable, con un largo sofá de respaldo bajo que cubre la entrada privada al camarote del marinero, además de un asiento junto a la puerta de entrada y una escalera tubular de subida al flyingbridge bastante cómoda.

Los pasillos que rodean la cabina son de buena amplitud y cuentan en estribor con puerta de entrada directa al puesto de gobierno interior, para alcanzar a continuación en la proa una espaciosa superficie de solarium acolchado, que se sitúa junto a la zona de fondeo.

Por las formas rectas de la estructura de su cabina, se ha conseguido crear un flyingbridge sobre el techo de buen tamaño, que acoge una dinette que debería contar con mesa, mueble-bar, solarium y puesto de gobierno de interesante diseño y buen frontal para electrónica, además de una característica torreta de soporte para las antenas en la popa.

 

Gracias al gran tamaño de los parabrisas y ventanales laterales, se ha conseguido en los interiores una luminosidad más que destacable, que contrasta con una decoración práctica y muy marinera, con maderas oscuras y tapizados blancos.

La distribución del puente superior comprende el salón principal que consta de mueble-bar, sala de estar y comedor, complementados por unos taburetes móviles y que se sitúan en la parte posterior de un puesto de gobierno bastante elevado con asiento individual para el piloto y consola de gran frontal y diseño espartano, situado junto a la puerta de acceso directa al exterior.

Bajando unas escaleras se sitúa una cocina abierta, dotada de un equipamiento realmente notable que incluye dos neveras, situada en babor junto a un camarote con dos literas perpendiculares y superpuestas, ideal para los niños.

Para completar el espacio destinado al descanso se han creado otros dos camarotes, uno de ellos en estribor con dos camas y entrada directa al aseo común y otro en proa destinado al armador, con la habitual cama doble y aseo privado.

 

Es interesante comprobar durante las pruebas que a pesar de su aspecto robusto y ciertamente clásico, el diseño de carena elegido para el Maestro 51, ha sido concebido para disfrutar de unas prestaciones considerables.

De hecho, se trata de una embarcación que resulta más bien liviana y que mostrará sus mejores cualidades con plena carga a bordo.

Ofreciendo dos tipos de motorización en su catálogo, realizamos las pruebas con la más potente de ellas para poder alcanzar una velocidad máxima de casi 31 nudos, en unas condiciones de mar de fondo.

El régimen de crucero se situará de forma ideal por encima de los 25 nudos, en donde ofrecerá unos buenos registros de autonomía y la navegación más confortable posible, con giros amplios y mucha desmultiplicación en el timón.

La elección de una embarcación como esta Maestro 51 es una opción muy determinada para aquellos armadores que buscan un crucero de aspecto muy diferencial y que no les atraen los modelos más modernos de aerodinámicas cubiertas. De hecho, la recuperación de un cierto aire retro, nos hace recordar algunos aspectos de los clásicos trawlers, a pesar de que por su diseño de carena y acabados, no cabe duda que nos encontramos ante un crucero de moderna concepción. En fin, un crucero tranquilo con ambiciones en rendimiento que dota al propietario de cierta apariencia de elegancia y exclusividad.